La Dra. Miren Mandiola, Directora del Laboratorio de Reproducción Asistida de Quirónsalud Donostia, nos explica la importancia de realizar un test de fertilidad para poder decidir de forma personalizada un tratamiento de reproducción asistida

El proceso de buscar el embarazo puede ser un viaje complejo y es único para cada pareja. Por ello, la Dra. Miren Mandiola, Directora del Laboratorio de Reproducción Asistida de Quirónsalud Donostia, nos ofrece una perspectiva detallada sobre la importancia de realizar un test de fertilidad para definir de forma personalizada el tipo de tratamiento de reproducción asistida que se realizará posteriormente.

El test de fertilidad consiste en un conjunto de pruebas diseñadas para obtener una visión integral de la fertilidad de ambos miembros de la pareja: «En primer lugar se realiza un estudio mediante una consulta muy completa para ver los antecedentes de ambos miembros de la pareja. Después, se hace un estudio de la reserva de óvulos de la mujer y un estudio del semen, porque sin analizar las dos partes completas no podríamos tener un diagnóstico de la pareja», explica Mandiola.

En el caso de la mujer, el estudio de fertilidad puede hacerse en cualquier momento del ciclo menstrual, incluso aunque se utilicen anticonceptivos hormonales. Invitamos a las personas que puedan estar interesadas en esta prueba a que soliciten una cita informativa.

La Directora del Laboratorio de Reproducción Asistida de Quirónsalud Donostia señala la importancia de hacer el test de fertilidad para enfocar correctamente el tratamiento de reproducción asistida: «Los tratamientos de reproducción asistida no son estándar, son totalmente personalizados, cada paciente y cada pareja necesita un tratamiento diferente, que dependerá de sus condiciones particulares, de los resultados de todos los estudios realizados, incluyendo especialmente el test de fertilidad», añade.

Fertilidad, cuestión de pareja

En cuanto al concepto de fertilidad, la Dra. Mandiola subraya que es un término «relativo»: «Un varón, aunque tenga un estudio de semen normal no se sabe si es fértil, ya que eso puede también depender de la pareja, por ejemplo, podría no tener ningún problema de fertilidad con una mujer y tenerlo con otra porque tenga algún otro problema añadido o una edad más avanzada. Sabemos que la edad de la mujer va deteriorando la calidad de los óvulos», señala.

«La fertilidad es un concepto de pareja», añade la doctora, «solamente sabemos seguro que un hombre o una mujer no van a ser fértiles si tienen 0 espermatozoides y 0 óvulos, pero de lo contrario, todo es muy relativo y siempre es una condición de pareja», subraya.

Sin embargo, la Dra. Mandiola explica cuáles son los factores que pueden afectar negativamente a la fertilidad: «En el caso de la mujer está claro, la edad es el primer factor y el más importante. Nosotras nacemos con unos óvulos, estos cumplen años con nosotras y se nos van gastando, con lo cual, la mujer a medida que cumple años su fertilidad directamente va a ir cayendo, es inversamente proporcional a su edad. Por otro lado, puede haber muchos factores que afectan al ovario, como la endometriosis, factores abdominales, factores genéticos, un problema en las trompas u otro grupo de cosas que pueden ir añadidas a ese problema», señala la doctora.

«En el caso del varón puede haber infecciones de próstata que hagan que la calidad del semen sea peor, puede haber calidades de semen ya de nacimiento mejores o peores que pueden ser de causa genética o de causa externa, personas que trabajan en ambientes muy tóxicos que pueden afectar a su fertilidad o que incluso sus madres mientras estaban embarazadas trabajaban en ambientes tóxicos y ya los bebes varones nacen con una calidad de semen peor», indica.

Por último, la doctora Mandiola afirma que la edad es un factor crucial que afecta a la fertilidad, especialmente en el caso de las mujeres. Por ello, en el caso de que por circunstancias personales, laborales o económicas se retrase la decisión de ser madre, la médica del Hospital de Día Quirónsalud Donostia recomienda «preservar la fertilidad guardando los óvulos cuando son óvulos jóvenes y de buena calidad, porque mantienen todas sus cualidades cuando años más tarde son utilizados para ser madre».