El láser de CO2 ginecológico, clave para tratar patologías íntimas femeninas de forma no invasiva
Los doctores Juan Céspedes y Blanca Fernández, ginecólogos de Policlínica Gipuzkoa, subrayan que esta innovadora técnica permite tratar patologías como la incontinencia urinaria, atrofia genital o hiperlaxitud de la vagina, de manera fácil y ambulatoria.
El paso de los años y el hecho de dar a luz produce numerosos cambios en la salud íntima femenina, tales como la incontinencia urinaria, atrofia genital o hiperlaxitud de la vagina. Para combatir estos problemas funcionales y estéticos, Policlínica Gipuzkoa ha incorporado un nuevo láser de CO2 ginecológico de última generación para ofrecer el máximo confort íntimo a las pacientes de forma mínimamente invasiva.
El Dr. Juan Céspedes, Jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia de Policlínica Gipuzkoa, explica las numerosas utilidades que tiene el láser de CO2: “Las indicaciones más frecuentes son la atrofia genital o la incontinencia urinaria, pero también se utiliza en caso de episiotomías dolorosas, ninfoplastias, para quitar estrías post-parto o para reparar la hiperlaxitud de la vagina, entre otros”, asegura.
Por su parte, la Dra. Blanca Fernández, ginecóloga de Policlínica Gipuzkoa, explica el funcionamiento del láser: “El objetivo de esta terapia con CO2, es producir unas quemaduras mínimas e indoloras en la paciente -explica la doctora- de forma que, secundario a la reparación, se regenere el tejido, recuperando el tono vaginal, la elasticidad y la lubricación, mejorando la calidad y el grosor del tejido vaginal”.
El láser CO2 ginecológico es una alternativa a procedimientos quirúrgicos: «Mediante esta técnica nos ahorramos ese paso por quirófano. Este tipo de terapia es mucho más ambulatoria y ofrece mucha más comodidad para la paciente», indica la ginecóloga Blanca Fernández.
“Este tipo de láser lleva ya muchos años en nuestra sociedad. Sí que se empezó a utilizar más de cara a la estética, en la oftalmología o en la otorrinolaringología, pero nosotros ahora lo que queremos es extrapolar sus beneficios a la ginecología regenerativa y funcional«, indica la Dra. Fernández.
Tratamiento ambulatorio
El tratamiento se realiza de forma ambulatoria, es indoloro y no requiere ingreso hospitalario: “La sesión dura unos 10 minutos de media, y nada más realizarlo la paciente ya puede retomar su vida diaria o volver al trabajo; no necesita un reposo especial. Eso sí, los siguientes días tendría que aplicarse cremas hidratantes u óvulos regeneradores para una mejor recuperación”, subraya la ginecóloga de Policlínica Gipuzkoa.
Dependiendo de la patología, variará el número de sesiones necesarias para conseguir el resultado esperado, aunque las pacientes experimentan mejoría desde la primera sesión y la estimulación es inmediata: “En el caso de un condiloma o una displasia del cuello uterino, será necesaria una única sesión. Sin embargo, para patologías como la atrofia vaginal o la incontinencia urinaria están indicadas dos o tres sesiones separadas entre cuatro u ocho semanas cada una, dependiendo de la intensidad, de la recuperación y de nuestra exploración”, concluye la Dra. Blanca Fernández.