“La urticaria por frío consiste en la aparición de ronchas que suelen localizarse en las zonas de la piel más expuestas al frío”
Estefanía Quílez, alergóloga de Policlínica Gipuzkoa, explica qué es realmente la alergia al frío y ofrece valiosos consejos para su prevención.
¿Sabías que se puede tener alergia al frío? Se estima que esta patología afecta a 1 de cada 2000 personas de centro Europa, y según explica Estefanía Quílez, alergóloga de Policlínica Gipuzkoa, es en realidad una urticaria, un tipo de reacción cutánea inducible que afecta a algunas personas tras la exposición a bajas temperaturas.
“La urticaria por frío consiste en la aparición de habones pruriginosos, es decir, ronchas que pican y que suelen localizarse en las zonas de la piel más expuestas al frío. Estos síntomas desaparecen progresivamente cuando la piel recupera su temperatura fisiológica”, señala la especialista.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza principalmente mediante la sospecha clínica basada en los síntomas que describe el paciente. Además, se puede confirmar con el denominado test del cubito de hielo, una prueba sencilla que consiste en colocar un cubito de hielo sobre la piel del antebrazo durante aproximadamente 5 minutos y observar si aparecen reacciones cutáneas como enrojecimiento, ronchas o hinchazón.
En cuanto al tratamiento, la alergóloga de Policlínica Gipuzkoa apunta que lo fundamental es la prevención: “Si vas a exponerte al frío, lo ideal es protegerse bien, usar guantes si se va a conducir una moto en invierno, mantener los pies calientes o evitar baños prolongados en agua fría”. Para casos en los que ya hayan aparecido los síntomas, se recomienda el uso de antihistamínicos orales, que también pueden tomarse de manera preventiva en situaciones predecibles.
Consejos prácticos
Para quienes presentan este tipo de urticaria, los consejos clave son:
- Evitar la exposición al frío siempre que sea posible.
- Usar ropa adecuada para mantener el cuerpo caliente.
- Tener a mano antihistamínicos para utilizarlos en caso de una reacción inesperada.
“Con medidas preventivas y un manejo adecuado, esta condición no debería interferir significativamente en la vida diaria de quienes la padecen”, concluye la especialista.