Paul de la Cuesta: “Ha ido bien”
El esquiador olímpico donostiarra, de 26 años de edad, perdió la trazada en uno de los entrenamientos para la Copa del Mundo el pasado 12 de enero en Wegen (Suiza), sufriendo una violenta caída y fracturándose tibia y peroné. Ante la necesidad de cirugía optó por viajar hasta Donostia para ser operado por el traumatólogo José Ignacio Martínez Renobales en Policlínica Gipuzkoa. La víspera de ser dado de alta, Paul nos ha concedido esta entrevista en su habitación, luciendo todo el tiempo una gran sonrisa. Nadie imaginaría que acaba de ser operado, ni la gravedad del accidente que acaba de sufrir. Les invitamos a ver el video de la entrevista descargándose el código Bidi que aparece en esta página.
Ahora que ha pasado el susto, ¿Qué tal te encuentras y por qué decidiste que te trasladaran a Donostia para operarte?
Venía sintiendo una molestia en ese tobillo pero no le di importancia. Estaba bien, acababan de medir la velocidad a la que bajaba en la curva anterior e iba a 143 kilómetros por hora. Pero en la penúltima curva perdí la trazada y me fui contra las redes. Al principio intenté levantarme pero al ver que no podía, ya imaginé que me había lesionado. Y una vez que tuvimos el diagnóstico, me pareció más razonable trasladarme yo y poder estar en casa. Mi equipo estaba de acuerdo y me habían hablado muy bien del Dr. Renobales. Y el jueves llegué por la noche y el viernes al mediodía me operó y todo ha ido bien. El trato además ha sido en todo momento buenísimo, por parte de todo el personal.
Además, Policlínica Gipuzkoa es para ti muy familiar, ¿verdad?
Sí, claro. Mi tío, Fernando Esnal, es cirujano máxilofacial en Policlínica y mi abuelo, Juan José Esnal, fue fundador del Servicio de Urología, así que me encuentro muy bien aquí.
Por lo menos vas a poder vivir esta Tamborrada en Donostia, ¿no?
La verdad es que como la fiesta de San Sebastián cae en plena temporada de invierno, creo que desde que tengo uso de razón no habré estado más que en dos tamborradas. Aunque tampoco se puede decir que este año la vaya a disfrutar mucho.
Las lesiones nunca vienen en buen momento, pero ¿Cómo se te presentan ahora los próximos meses?
Tengo que estar en reposo con la escayola un mes. Después me quitarán los tornillos y a los dos meses esperamos poder comenzar la rehabilitación, que será dura. Doy por perdida esta temporada, eso está claro. Prefiero prepararme bien para la próxima.
¿Cómo es un día tuyo en pre-temporada?
Por la mañana esquío entre 4 y 5 horas todos los días y por la tarde, gimnasio. Eso casi nunca cambia. Con la comida, no tengo problemas. Me gusta comer bien, pero eso sí –sonrisa enorme- comida sana.
¿Cuántas meses esquías al año?
Todos. Vamos cambiando de país y continente, pero esquío todo el año. Empiezo la pretemporada a finales de mayo y no paramos. Cuando estoy aquí, hago la preparación física en el Centro de Remeros de Orio y con Nerea Salinas, que me está ayudando muchísimo, en el gimnasio Equilibrium de Donostia.
¿Cómo llega un chico de San Sebastián a ser esquiador olímpico?
Mis padres me pusieron sobre unos esquís por primera vez en Francia, con tres años. Al año siguiente ya compraron una casa en el Valle de Aran y empecé a esquiar en Baqueira. Tuve la suerte de que me admitieran en el CAEI (Club Aranés d’Espòrts d’Iuèrn) con tan solo cuatro años y la verdad es que he pasado todos mis fines de semana en invierno allí, disfrutando mucho. Mis padres me apuntaron para que no estuviéramos callejeando los fines de semana y yo me divertía mucho con mi grupo de esquí, combinando el deporte con pasármelo bien. Luego empecé a entrenar con May Peus, que me creó mucho a nivel deportivo y al que estoy muy agradecido. Ahora es precisamente el Presidente de la Federación de Deportes de Invierno. A los dieciséis años empecé a entrenar con el equipo nacional y luego llegaron los Juegos Olímpicos de Vancouver de 2010 y de Sochi en 2014 y espero recuperarme pronto para poder seguir buscando más podiums.
¿Los esquiadores profesionales también habéis sentido la crisis?
Con la que está cayendo parece que no es apropiado pedir ayuda en estos momentos para el deporte, con tanta gente pasándolo tan mal, pero lo cierto es que yo ahora mismo me estoy teniendo que financiar buena parte del gasto que suponen los entrenamientos para poder seguir compitiendo.
Te deseamos una muy pronta recuperación, para que nos sigas llenando de alegría con nuevos triunfos. Y mucho ánimo para continuar, además, con tus estudios de Odontología en la UPV.