Novedades ginecológicas que mejoran el día a día de la mujer
27 de Octubre de 2015 - 19:30
Descubre las últimas técnicas para la incontinencia urinaria con cirugía mínimamente invasiva
Perdida urinaria, infección de orina continuada, o descenso de la vejiga son las disfunciones más comunes que se dan en el suelo pélvico. Debilitamiento que suele estar relacionado con varios factores; el parto por ejemplo es un factor de riesgo, por eso es muy importante llevar a cabo una preparación durante el embarazo para evitar desgarros. También el estreñimiento, que obliga a realizar esfuerzos, o estornudar o toser mucho pueden ser causas que conlleven a ese debilitamiento. Cuidado con los deportes, sobre todo aquellos que impliquen realizar saltos o un impacto en el suelo pélvico como correr, hacer aerobic o hacer tenis.
En caso de padecer una incontinencia urinaria, primero se explora para identificar el problema. En caso de ser una incontinencia leve se plantea un tratamiento de rehabilitación, que consiste en 5 a 8 sesiones en las que se aplican diversas técnicas (electroestimulación, biofeedback, regeneración del tejido conjuntivo, técnicas hipopresivas y osteopatía), en función del problema. Además, deberán realizar una serie de ejercicios o utilizar algún material específico como son los dilatadores progresivos o aparatos de vibración específicos.
“En caso de ser grave, se realizaría una cirugía mínimamente invasiva. En las incontinencias urinarias de esfuerzo en la mujer se coloca una banda suburetral con anestesia local y sedación, y es dada de alta a las horas de la intervención. También existen tratamientos poco agresivos mediante láser o inyecciones, con muy buenos resultados” explican las ginecólogas Carmen Tauste y Edurne Uzcudun.
Las doctoras Tauste y Uzcudun señalan que “las incontinencias urinarias más habituales son dos: la incontinencia urinaria de esfuerzo, asociada a un esfuerzo físico que provoca un aumento de la presión abdominal. Se produce por fallo en los mecanismos de resistencia de la uretra como son los músculos, fascia y esfínter. Y la incontinencia de urgencia, asociada a un deseo fuerte de orinar, producida por la contractilidad aumentada de la vejiga.
Síntomas y tratamientos para la menopausia
Los sofocos son el síntoma más frecuente y más precoz de la menopausia, aunque también pueden aparecer palpitaciones, insomnio, cefalea o vértigos. En cuanto a los síntomas locales, los ovarios, disminuyen su tamaño, y superficialmente adoptan una forma rugosa, en la vagina se produce una atrofia del epitelio vaginal, disminuye su secreción y puede acortarse, de tal forma que puede aparecer dispareunia (dolor en las relaciones sexuales) y aumentar el riesgo de infección.
“El climaterio es una etapa más en la vida de la mujer, por lo que no siempre es necesario plantear un tratamiento farmacológico. No obstante, sí es cierto que durante este periodo aparecen muchos síntomas que pueden llegar a ser muy molestos para las mujeres y que pueden provocar una serie de complicaciones (como las fracturas o la enfermedad cardiovascular) que sí precisan medidas terapéuticas” explica el ginecólogo Toño Lara.
Por lo tanto, es necesario dejar claro que todo tratamiento para los síntomas de la menopausia tiene efectos beneficiosos, pero también efectos secundarios, por lo que las medidas farmacológicas deben emplearse cuando sean necesarias, es decir, cuando se presenten los síntomas (durante el tiempo que estos duren), por lo que no está indicado el tratamiento farmacológico para prevenir la aparición de los síntomas.
“Puesto que el principal responsable de los síntomas del climaterio es el descenso de los estrógenos, la medida farmacológica de elección es la administración de estrógenos” apunta Lara. Hay distintos tipos de preparados de estrógenos y vías de administración de los mismos (cremas vaginales, inyecciones, administración oral, etcétera) y se ha demostrado su eficacia en varios síntomas.
En caso de que los estrógenos estén contraindicados también pueden emplearse los gestágenos solos o la tibolona, que es un esteroide sintético con acción estrogénica, que también es útil en el tratamiento de los síntomas y como protección de la masa ósea. Y sino, otra opción son los moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM), que no tienen acción sobre los síntomas neurovegetativos ni la atrofia genital, pero son especialmente beneficiosos sobre la masa ósea.