A partir de una exploración física al paciente por parte de los especialistas del Servicio de Reumatología, se determinarán todas las pruebas médicas necesarias a fin de determinar un diagnóstico certero y poder comenzar el tratamiento para la solución de patologías osteoarticulares, tales como: artrosis, osteoporosis, reumatismos de partes blandas como bursitis o tendinitis, ‘gota’, lumbalgias, artritis reumatoide y/o psoriásica, conectivopatías, etcétera.
Mediante un tratamiento adecuado y personalizado para cada paciente, estas enfermedades se pueden curar o, cuando menos, controlar su sintomatología.