Rinoplastia

El proceso

¿Qué es?

La rinoplastia es una cirugía que modela la forma de la nariz; disminuyendo o aumentando su tamaño, cambiando la forma de la punta o el dorso, estrechando los orificios nasales o cambiando el ángulo entre la nariz y el labio superior.

En el caso de los hombres es muy importante la planificación de la intervención, pues hay que tener en cuenta la fisionomía y estructura de la nariz masculina, debido al mayor tamaño y grosor de las estructuras óseas y cartilaginosas. El hombre, tiene además una piel más sebácea que la mujer, por lo que hay que considerar que el resultado final puede verse afectado por la inelasticidad de la piel.

Aunque está principalmente pensada para corregir los problemas estéticos y/o congénitos, la intervención también sirve para resolver otros traumatismos y problemas respiratorios, en el caso de existir deformaciones o desviaciones del tabique nasal o del hueso.

La primera consulta

En la consulta inicial, el cirujano evaluará tu estado de salud y estructura facial. Después, te mostrará las alternativas disponibles y juntos determinaréis cuál es el mejor procedimiento para tu caso. Además, resolverá cualquier duda que tengas acerca de la intervención y su recuperación.

La intervención

La rinoplastia suele durar entre 1 y 2 horas, se lleva a cabo bajo anestesia general ó epidural más sedación y requiere una noche de ingreso.

Se realizan incisiones por debajo de la nariz y en ocasiones en la base de las alas nasales. Después, la piel de la nariz se separa de su soporte (armazón), compuesto por hueso y cartílago. Finalmente, se esculpe la forma deseada.

Tras la cirugía, se coloca una escayola de yeso u otro material para ayudar a mantener la nueva forma de la nariz, que deberá llevarse durante 7 días.

La rinoplastia en hombres puede combinarse con otros tratamientos, como los implantes de mentón o rellenos faciales para conseguir unos resultados mucho más equilibrados.

Después de la cirugía

Tras la intervención, se colocarán tapones en la nariz durante un plazo de 48 horas, es probable que la zona de alrededor se inflame. Para reducir esta inflamación es preciso tomar los analgésicos prescritos por el médico. La hinchazón y los hematomas desaparecerán en unas 2 semanas.

Una vez realizada la intervención, es aconsejable no usar gafas durante 15 días. El paciente también deberá evitar las exposiciones directas al sol y las prácticas deportivas durante al menos un mes. Así mismo, se recomienda que entre 1 y 2 semanas se aminore el ritmo de vida, para que la recuperación sea más rápida e indolora.

Información basada en la web de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética).