12 de marzo, Día Mundial del Glaucoma Enrique Aramendía: “Si se diagnostica tarde, el daño producido no se recupera”
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma constituye la segunda causa de ceguera en el mundo, «por detrás de las cataratas», aunque la detección a tiempo puede evitar los daños en un 90 % de los casos. “Hay más prevención, por lo que han aumentado los casos diagnosticados que antes pasaban desapercibidos”, asegura el oftalmólogo de Policlínica Gipuzkoa, Enrique Aramendía.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma constituye la segunda causa de ceguera en el mundo, «por detrás de las cataratas”. Un dato que saldrá a relucir el próximo sábado 12 de marzo, en el Día Mundial del Glaucoma, una enfermedad que según explica el oftalmólogo de Policlínica Gipuzkoa, Enrique Aramendía, quien realizó la tesis sobre el Glaucoma, “no presenta síntomas por lo que es vital realizarse pruebas para poder efectuar un diagnóstico precoz y evitar así su progresión”.
“El glaucoma es el aumento de la presión del globo ocular que daña el nervio óptico –explica el oftalmólogo, Enrique Aramendía-, y se puede detectar tomando la tensión ocular y comprobando el campo visual del paciente”. Una revisión simple, rápida e indolora que podría evitar el 90% de la ceguera que provoca el glaucoma.
Una diagnóstico precoz es esencial para controlar la enfermedad y mantener al paciente con sus ojos perfectos durante el tiempo que sea preciso sin sufrir daño. Si se diagnostica tarde, el daño producido no se recupera
“Debido a que la población vive más años, si que es cierto que hay más casos de glaucoma, pero también hay más prevención, por lo que han aumentado los casos diagnosticados que antes pasaban desapercibidos”, afirma Enrique Aramendía, quien asegura además, “tiene un componente hereditario y hay familias de glaucomatosos. Aunque la mayoría de los casos son aislados, si que aconsejamos a todos los que tengan un glaucoma que informen a sus familiares”.
Múltiples tratamientos
Una enfermedad incurable pero para la que existen múltiples tratamientos para reducir sus consecuencias y mejorar la calidad de vida del paciente. “Existen colirios que disminuyen la tensión ocular, así como tratamientos con láser. En el caso de no ser suficiente se pasaría a un tratamiento quirúrgico”, asegura el oftalmólogo y añade, “hay numerosos avances en la detección precoz, y mejoras en los tratamientos, sobre todo en la cirugía, donde se han incorporado nuevas técnicas”.
En el Día Mundial de esta patología oftalmológica, Enrique Aramendía lanza un mensaje, “es imprescindible que la gente se haga un control entre los 40 y 50 años de edad de la tensión ocular y de otros parámetros oculares y luego cada dos años si hay alguna alteración que vigilar.
Asimismo, nuestro servicio asistencial está organizado en unidades y redes transversales que permiten optimizar la experiencia acumulada en los distintos centros, y la traslación clínica de nuestras investigaciones. Actualmente, Quirónsalud está desarrollando más de 1.600 proyectos de investigación en toda España y muchos de sus centros realizan en este ámbito una labor puntera, siendo pioneros en diferentes especialidades como cardiología, endocrinología, ginecología, neurología y oncología, entre otras.