“Cada vez diagnosticamos a más celíacos con clínica no digestiva”
Se estima que alrededor de 6.000 guipuzcoanos no saben que son celíacos y que en España la enfermedad afecta a un 1% de la población, unas 500.000 personas. “Se están desarrollando tratamientos farmacológicos que están en fase experimental y que tratan de prevenir o bloquear los efectos tóxicos e inmunológicos del gluten”, asegura Juan Arenas, especialista del Aparato Digestivo de Policlínica Gipuzkoa. Según publica la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), la demanda mundial de productos sin gluten aumentará un 5% anual hasta 2021.
El próximo viernes, 27 de mayo, se celebra el Día Nacional del Celíaco. Una enfermedad que ha dado grandes pasos en sus niveles de conocimiento y concienciación, aunque el diagnóstico sigue siendo su principal caballo de batalla. Se calcula que en Gipuzkoa hay alrededor de 6.000 personas que no saben que son celíacos.
“Hasta hace pocos años la enfermedad celíaca era considerada una enfermedad poco frecuente, de diagnóstico en la infancia y que se presentaba como diarrea, distensión abdominal y retraso en el crecimiento” –asegura, Juan Arenas Ruiz-Tapiador, especialista de Policlínica Gipuzkoa del aparato digestivo-, “la prevalencia es del 1% y es debido a que diagnosticamos muchos casos en adultos con manifestaciones clínicas muy variables desde casos completamente asintomáticos a otros muy diversos como anemia, osteoporosis, cuadros neurológicos, y siendo algo más frecuente en la mujer. Por ello cualquier especialidad médica debe conocer y sospechar la enfermedad”.
Respecto a la sintomatología, se clasifica en tres formas distintas, según Juan Arenas. “La clásica, cuyo síntoma predominante es la diarrea con malabsorción intestinal y atrofia de las vellosidades intestinal; La atípica, escasa o nula sintomatología digestiva y el diagnóstico se hace en el contexto del estudio de una anemia o una infertilidad intestinal; y la silente, son pacientes asintomáticos detectados en programas de cribado, familiares de celíacos, diabéticos u otras enfermedades autoinmunes, o también que se detectan al realizar una gastroscopia”.
Cada vez se diagnostican más con clínica no digestiva, esta presentación junto a la forma alcanzan el 50% de los casos. La presencia de hipertransaminasemia mantenida sin clara enfermedad hepática nos debe hacer sospechar de que posiblemente tenga una intolerancia al gluten.
“Ante la sospecha clínica de enfermedad celíaca deberemos hacer en primer lugar una analítica general que incluya Hierro sérico, proteinograma e inmunoglobulinas (por si tiene un déficit de IgA que pueda enmascarar los resultados de los auto anticuerpos”, explica el especialista. “Si la sospecha clínica es fuerte o hay antecedentes familiares de celiaquía deberemos estudiar los antigenos de histocompatibilidad (HLA). Aunque el diagnóstico se hace con la biopsia intestinal, siendo suficientes en el adulto tomar varias biopsias de la segunda porción duodenal siendo importante, sobre todo en los silentes estudiar los linfocitos intraepiteliales Si la respuesta es positiva hacer una dieta sin gluten y comprobar si existe mejoría clínica y analítica. Con ello tendremos el diagnóstico definitivo”, apunta Juan Arenas.
“El tratamiento es la dieta sin gluten y hay que llevarlo bien durante toda la vida. Es un defecto que tenemos que desaparece si llevamos bien la dieta. La nutrición al cabo de seis meses es perfecta. Hay quien no la llama enfermedad celiaca, sino condición celíaca. Es como el que lleva gafas. No lo consideramos enfermo”, razona el especialista quien añade, “no hay ninguna evidencia experimental que apoye la afirmación de que una dieta sin gluten tiene propiedades saludables. Si existe la propaganda por parte de famosos que atribuyen su éxito a esta dieta. Pienso que las dietas sin gluten deben indicarse solo en pacientes con enfermedad celiaca o con personas con sensibilidad al gluten”.
“Se están dando pasos en el desarrollo de nuevos tratamientos para las personas celíacas, como tratamientos farmacológicos que están ahora mismo en fase experimental y que tratan de prevenir o bloquear los efectos tóxicos e inmunológicos del gluten”, concluye Juan Arenas.