El deterioro cognitivo es un termino global que implica un declinar de nuestras capacidades intelectuales. Cuando es de grado importante y nos limita en nuestras actividades del día a día podemos pensar que comienza una demencia.
¿Qué es el deterioro cognitivo?
El deterioro cognitivo es el declinar de nuestras capacidades intelectuales, tales como la memoria, la atención, el lenguaje y la capacidad de planificar y gestionar asuntos. Es algo que puede ocurrir en situaciones fisiológicas normales y que es más probable que lo vayamos notando con los años, pero también pueden darse por situaciones patológicas de enfermedades cerebrales.
¿La demencia y el deterioro cognitivo son sinónimos?
No, para hablar de demencia, el declinar intelectual tiene que ser de un grado bastante notable, cuantificado mediante test neuropsicológicos y debe tener una repercusión clara en nuestras actividades de la vida diaria. Además, para poder hablar de demencia necesitamos que haya una causa orgánica de ese deterioro cognitivo, que principalmente viene de alguna enfermedad cerebral.
¿A quién puede afectar el deterioro cognitivo?
Afecta principalmente a personas con factores de riesgo altos. Los factores de riesgo para el corazón y el sistema cardiovascular son también factores de riesgo para la salud de nuestro cerebro, tales como la hipertensión, la diabetes, las dislipemias. Por ello, las personas que a lo largo de los años mantienen hábitos de dieta saludables, hacen ejercicio aeróbico diariamente, trabajan su mente y que mantienen una relación social activa, son las que tienen un menor riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo.
¿Cuándo debemos acudir al neurólogo?
Los síntomas son muy variables y deben interpretarse en el contexto de la personalidad previa de la persona. No obstante, siempre hay cosas que son llamativas, el paciente debería acudir a la consulta del neurólogo cuando se detecte que la persona olvida repetidamente los recados que se le dan, se desorienta en la ciudad o en el momento en el que se sale del entorno conocido, al notar una pérdida de la capacidad de gestión en el día a día, o cuando coloca objetos en lugares disparatados, como por ejemplo, guardar el teléfono móvil en la nevera.
¿Cómo podemos tratarlo?
El tratamiento del deterioro cognitivo se basa en 3 pilares fundamentales. En el primer pilar se encuentra el control de los factores de riesgo vascular para nuestro cerebro, por lo que es necesario llevar a cabo una dieta adecuada acompañada de un control del peso corporal y una rutina aeróbica adecuada a nuestro organismo.
El segundo pilar consistiría en trabajar la reserva cognitiva de nuestro cerebro, ya que, aunque una persona comience a tener degeneración cerebral, siempre se podrá trabajar la reserva cerebral que nos queda. Esto es a lo que denominamos estimulación cognitiva, que consiste en estimular nuestro cerebro mediante ejercicios de tipo intelectual.
Por último, la tercera parte del tratamiento residiría en el uso de medicamentos capaces de ayudar a prevenir, retrasar y ralentizar el curso del deterioro cognitivo, mediante una amplia gama de suplementos alimenticios y medicaciones por vía oral o en forma de parche transcutáneo.