La pediatra de Policlínica Gipuzkoa, Raquel Toba, aconseja mantener la calma y no intervenir ante un espasmo del llanto en niños

Se trata de una situación benigna que afecta a algunos niños sanos de 6 meses a 5 años, en la que una emoción intensa provoca una breve pausa en la respiración, acompañada de cambio de color y rigidez, hasta que el niño vuelve a llorar.


“La enfermedad Boca-Mano-Pie puede contagiarse incluso antes de que aparezcan los síntomas y días después de haberse curado”

Raquel Toba, jefa del Servicio de Pediatría de Policlínica Gipuzkoa, explica que para evitar su propagación es fundamental extremar las medidas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia, usar pañuelos desechables y desinfectar superficies.