El ciclista Mikel Azparren recibe el alta hospitalaria en Policlínica Gipuzkoa
La fractura de clavícula es un tipo de fractura muy evidente y fácil de diagnosticar mediante radiografía. Se trata de una lesión muy frecuente en ciclistas. Aunque el tratamiento tradicionalmente sea conservador, muchos deportistas deciden someterse a cirugía para acelerar la recuperación y poder volver a realizar ejercicio lo antes posible.
Mikel Azparren y Eneko Goikoetxea, ciclistas, y Patxi Mendizabal, atleta, han sido dados de alta hoy tras haber sido intervenidos por los traumatólogos Ricardo y Adrián Cuéllar. Los dos primeros acudieron a Policlínica Gipuzkoa por una fractura de clavícula, y el último, por una luxación de clavícula también. Las operaciones han sido todo un éxito. “Ya he cumplido el objetivo que tenía de hacer el Camino de Santiago desde Roncesvalles hasta Santiago de Compostela en 24h y, ahora, la idea es salir en bici, disfrutar de ella y, sobre todo, ver las carreras de mis hijos” afirma Mikel Azparren.
La cirugía de clavícula, tanto en fracturas como en luxaciones, ha avanzado mucho en los últimos años. Como consecuencia, aunque su tratamiento haya sido tradicionalmente conservador, mediante la clásica inmovilización en ocho, cada vez se están realizando más intervenciones para su tratamiento. Y es que la cirugía aporta muchos beneficios entre los que se encuentra, sobre todo, la disminución del tiempo de recuperación.
Los que deciden intervenirse habitualmente son pacientes de alta demanda funcional. Según explica Ricardo Cuellar “es muchas veces el paciente, buscando una recuperación funcional y deportiva mucho más rápida, el que que realmente opta por operarse”. Patxi Mendizabal es un claro ejemplo de ello. Hoy, después de obtener el alta hospitalaria se mostraba contento y optimista por volver a su actividad deportiva. “Me he alegrado mucho, cuando me han dicho que puedo empezar con la bici estática, ahora solo pienso en cumplir mis objetivos de cross” decía.
Hay ocasiones en las que la gravedad de la lesión en sí misma hace que la intervención sea necesaria como en el caso de Eneko Goikoetxea, quien afirma que “era muy evidente que necesitaba operarme. Era casi la única opción”.
En el caso de las fracturas, “las placas de osteosíntesis que se utilizaban hace años no tienen nada que ver con las de ahora. En los últimos años las placas han pasado de ser rectas a tener la forma de clavícula, por lo que ya no es necesario adaptarlas. Son más finas, pero más resistentes. Además, los tornillos quedan encajados en el propio perfil de la placa, haciendo que la síntesis de estas fracturas sea mucho más segura y permitiendo, a su vez, iniciar la movilidad del brazo de forma prácticamente inmediata” explica el traumatólogo.
Las luxaciones, por otro lado, se están interviniendo completamente por artroscopia, “una técnica menos invasiva que las tradicionales y que permite diagnosticar la presencia de posibles lesiones concomitantes, cosa que con la cirugía clásica no se puede hacer” afirma.
De todas formas, antes de tomar cualquier tipo de decisión relativa a este tipo de lesiones, siempre se recomienda acudir a un traumatólogo que pueda orientarnos según la gravedad de la lesión y las necesidades de cada uno.