Los doctores Ignacio Gallo y Eduardo Alegría ofrecieron la conferencia «Un antes y un después tras la cirugía cardiaca»

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En la conferencia, que registró nuevamente éxito de asistencia con más de 200 personas y una gran expectación entre los asistentes, los doctores Ignacio Gallo y Eduardo Alegría abordaron los hitos conseguidos en cirugía cardiaca en los últimos años; la incidencia de la patología cardiaca en la población y su evolución; así como la importancia de la prevención y de la rehabilitación cardiovascular en el caso de pacientes que han padecido un episodio coronario.

Más de 100.000 guipuzcoanos han pasado por el Servicio de Hemodinámica y Cirugía Cardiovascular de Policlínica desde su creación en 1987.

Las enfermedades cardiovasculares son hoy la principal causa de muerte en Euskadi. Volver a la normalidad, con la mejor calidad de vida posible y reducir el riesgo de recaídas es el principal objetivo a alcanzar tras la cirugía cardiaca. «La rehabilitación cardiaca permite alcanzar 2 objetivos fundamentales: vivir más y vivir mejor».

El doctor Alegría recomendó el ejercicio como uno de los métodos más poderosos para prevenir una enfermedad cardiovascular, actividad que hay que comenzar «desde niños». «La prevención funciona. Gracias a las políticas de prevención cardiovascular basados en la Declaración de Luxemburgo (2005), se ha observado una reducción de la mortalidad del 50% en Europa». Esta declaración dicta: media hora de ejercicio diario, llevar una alimentación sana y evitar el sobrepeso, no fumar y mantener el esfuerzo preventivo para toda la vida». Y es que, las personas que no hacen ejercicio desde hace mucho tiempo «deben hacer un chequeo preventivo, si tienen más de 40 años. En Policlínica pueden optar por un chequeo general, cardiovascular y/o deportivo».

Asimismo, este especialista aportó un dato llamativo: el consumo de chocolate amargo de manera regular reduce la posibilidad de padecer una enfermedad cardiovascular.

Por su parte, el doctor Gallo explicó los avances producidos en cirugía cardiaca, así como la técnica de la colocación de válvulas vía percutánea, que tienen una agresión mínima en pacientes de alto riesgo.