“Han pasado 38 días de la operación y me encuentro de maravilla”
Así se expresa Manuel Sánchez, operado de corazón por el equipo de cirugía cardiaca de Policlínica Gipuzkoa que le realizó tres bypass coronarios
Manuel Sánchez comenzó a sentir dolor en el pecho y fatiga cuando hacía más esfuerzo del habitual. Se percató de estos síntomas durante sus habituales paseos desde Altza hasta Puntas y enseguida acudió a la consulta de la doctora Lucía Pañeda, del servicio de cirugía cardiovascular de Policlínica Gipuzkoa: “Empecé a notar que me ahogaba, que no podía respirar bien”, detalla el paciente.
A partir de ahí, Manuel recuerda cómo “el endocrino me dio cita con el cardiólogo”. Todo fue rápido y sobre ruedas: “Me dijeron que tenía una obstrucción importante en las arterias y pusieron todo en funcionamiento. A los cuatro días me dieron cita para operarme, estuve cinco días y medio ingresado y hoy, 38 días después, me encuentro de maravilla. Espero poder recuperar pronto mis paseos hasta Puntas”.
La solución para este altzatarra fue someterse a una intervención para la realización de tres bypass que explica a la perfección la doctora Pañeda: “Antes de la intervención se le realizaron varias pruebas para determinar el motivo del dolor y la fatiga. A través de un cateterismo y una ecografía se vio que la fuerza del corazón estaba bien, pero tenía ciertas alteraciones de la contractilidad”.
Ayudó a determinar el diagnóstico el hecho de que su caso era bastante especial, ya que previamente se le habían puesto varios stent. Esta clínica nos permitió ir más directamente al motivo que le estaba causando ese dolor y esa fatiga”. El cateterismo “reveló que tenía varias obstrucciones a nivel de las arterias del corazón: la coronaria derecha, la descendente anterior y la circunfleja. Son las tres arterias principales”. Tras una sesión médico-quirúrgica en la que analizaron pormenorizadamente su caso, los doctores determinaron que lo mejor era una intervención para realizarle tres bypass.
Lucía Pañeda detalla cómo “se le realizaron estos bypasss cogiendo injertos tanto de la pierna como de una artera que hay detrás del esternón. Utilizamos trocitos de la vena safena y de la arteria mamaria y con esos injertos le realizamos tres bypass a las venas”.
El postoperatorio fue inmejorable: “Los pacientes suelen pasar 24-48 horas en la UCI y en su caso fue el mínimo. Luego suben a planta y allí intentamos ponerles en movimiento cuanto antes porque se ha visto que una deambulación precoz va muy bien”. La doctora Pañeda recuerda cómo “él estuvo cinco días desde que ingresó hasta que fue dado de alta. A veces incluso se pueden ir al cuarto día”. Una vez que se marchan a casa “lo que no pueden hacer es coger peso. Posteriormente suelen llevar a cabo una rehabilitación cardiaca, que suele consistir en hacer ejercicio en la bici estática o en la cinta, monitorizados para comprobar la reacción que tiene el corazón después de la cirugía”.
En la mayoría de los casos “el paciente puede hacer una vida normal en dos o tres meses. Lo que más molesta suele ser el esternón, que puede generar molestias durante incluso seis meses porque es un hueso que tiene que cicatrizar bien, pero a los tres meses, el paciente suele estar incorporado a la vida normal”.
Por el momento todo va sobre ruedas para Manuel. “La llegada a casa no fue mala porque tengo una ventaja y es que tengo una cama articulada y eso favorece mucho. A la hora de incorporarte, levantar los pies y demás favorece mucho y estuve muy bien porque tengo una mujer que me trata como un rey”. Hoy han pasado 38 días desde su intervención “y me encuentro de maravilla. Estoy muy contento y tanto las heridas del esternón como las de la pierna las tengo de maravilla. Creo que muy pronto voy a volver a Puntas porque no voy a tener problemas para hacerlo”.