Juan Arenas, especialista en enfermedades digestivas de Policlínica Gipuzkoa: “El arma más importante que tenemos para el diagnóstico digestivo es la endoscopia”
Las alergias y las intolerancias alimentarias cada vez están más presentes en nuestra sociedad, y en torno al 25% de la población sufre de alguna intolerancia alimentaria. Las más comunes suelen ser la intolerancia a la fructosa, al gluten y a la lactosa.
Juan Arenas, de la Unidad de Enfermedades Digestivas de Policlínica Gipuzkoa, afrma que es importante diferenciar las intolerancias de las alergias. Según el especialista, “la intolerancia ocurre cuando la digestión de un alimento no se realiza de forma adecuada y produce síntomas como dolor abdominal, hinchazón, aires o diarrea” –y añade- “las intolerancias son bastante frecuentes. En torno al 25% de la población tiene alguna intolerancia alimentaria. Las más frecuentes son la intolerancia a la fructosa, al gluten y a la lactosa”.
Por otro lado, la alergia alimentaria ocurre cuando hay un mecanismo inmunológico que reacciona ante la ingesta de un alimento. Arenas afirma que “ocurre de forma mucho menos frecuente que las intolerancias, ya que tan sólo el 3% de la población tiene algún tipo de alergia alimentaria. Por ejemplo, el anisakis en ocasiones produce reacciones alérgicas cuando lo ingerimos por segunda vez”.
Según el especialista en enfermedades digestivas, una de las alergias alimentarias que más están viendo en la consulta es la llamada esofagitis eosinofílica, que debido a la ingesta de alimentos como el pollo, el huevo o la leche, produce una inflamación en el esófago. “Solemos tratar mucho este tipo de casos en consulta y aparecen cada vez en edades más tempranas” apunta Arenas.
Normalmente, las personas que padecen algún tipo de alergia o intolerancia alimentaria, desconocen el alimento que les ha causado la dolencia y, en ocasiones, acuden a la consulta del especialista con síntomas muy vagos. Según Arenas, “lo difícil en este tipo de pacientes es conseguir diagnosticarlos. Generalmente, el arma más importante que tenemos para el diagnóstico digestivo es la endoscopia, que permite hacer una gastroscopia y, así, ver si hay algún tipo de inflamación en el esófago o en el estómago”. Añade que “también tenemos otro tipo de test que diagnostica intolerancias a la lactosa o a la fructosa. Son test de aliento y son menos agresivos que la gastroscopia”.
El especialista señala que “no está demostrado que cada vez haya más intolerancias y alergias, sino que cada vez estamos más preparados para llegar al diagnóstico. Todavía no hay estudios que afirmen que la prevalencia de este tipo de intolerancias esté aumentando”.
Por otro lado, Arenas afirma que durante los últimos años, una de las enfermedades más comunes relacionadas con el aparato digestivo es el flujo gastroesofágico. “El contenido ácido del estómago sube hacia arriba porque la válvula que separa el esófago del estómago no cierra bien, y produce síntomas muy molestos como ardores o acidez” señala el especialista.
Otra de las enfermedades que afectan al estómago es la infección por Helicobacter pylori, que se trata de una bacteria que produce una inflamación del estómago y es responsable de la mayoría de las úlceras gástricas y estomacales. Incluso sin tener afectación del estómago, se pueden tener síntomas debido a la infección de esta bacteria. Arenas subraya que “a pesar de que las personas estamos más concienciadas con la higiene y, por lo tanto, la transmisión de esta enfermedad está disminuyendo, más del 50% de la población puede estar infectada por esta bacteria”.