Koldo Carbonero, ginecólogo: «Los problemas de esterilidad tienen un tratamiento efectivo casi siempre»
La Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Quirónsalud Donostia cuenta con una dilatada experiencia de treinta años ayudando a mujeres a quedarse embarazadas. Ha sido la pionera en incorporar los últimos avances en todo lo referente a esta especialidad y constituye una referencia no solo en Euskadi, sino también para el País Vasco francés por su alto índice de éxitos para lograr el embarazo para personas con dificultades, para ello, figura como prueba el contador que tienen a la entrada de su unidad y en el que se lleva rigurosa cuenta de los embarazos logrados por el equipo hasta la fecha. Cuando realizamos esta entrevista se leía: 5.502 embarazos.
Embarazos que no llegan
«Nuestras pacientes son por lo general mujeres o parejas que buscan respuestas, la respuesta de por qué no hay un embarazo por vía natural», declara Koldo Carbonero, Jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Donostia. «Por eso, en nuestro equipo -explica- lo primero que hacemos es organizar un estudio para poder llegar al diagnóstico y luego ver qué soluciones tiene», y añade: «Hoy en día prácticamente todos los problemas que se encuentren de esterilidad tienen un tratamiento efectivo».
Ser padres presenta más dificultades que antes por la incertidumbre de qué va a ocurrir: «Desde el problema laboral de por medio, el problema de la pandemia, no se ve la solución tan rápida como se pensaba, llevamos un año… Las personas que tienen un proyecto familiar y tienen dificultades lo están pensado más. Por otro lado, la edad de la mujer es lo que marca la rapidez en los resultados», expresa Miren Mandiola.
Otra de las ventajas que se ofrecen es que no hay listas de espera. «La edad de la mujer es clave, esperar un año, o año y medio, puede perjudicar el resultado final», puntualiza Miren Mandiola.
Amaia López es un claro ejemplo de que cuando deseas algo con fuerza estás más cerca de poder conseguirlo… Ella no se quedó con el primer no y ha querido compartir su historia para animar a otras mujeres que como ella anhelan ser madres, a que no se rindan. Como ella repite en varias ocasiones a lo largo de la entrevista: «Esto es por una buena causa».
Esta joven lasartearra, bailarina profesional, y casi recién llegada de Alemania, donde ha vivido los últimos siete años, quería ser madre. «Dos sueños tenía desde niña -nos dice- ser bailarina y ser madre». Así que a sus 36 años se planteó que había llegado el momento de ser madre y no tener pareja no ha supuesto un impedimento. Cuando volvió de Alemania, y una vez asentada en casa de nuevo, decidió empezar el proceso y acudió a Osakidetza. «Por enero o febrero del 2020 me hicieron la primera prueba y se me paró todo por la pandemia. En mayo fue cuando pude hacerme la analítica hormonal y me dijeron que tenía una baja reserva ovárica», recuerda Amaia. Para ella «fue una noticia muy mala», ya que le dijeron que no podría tener hijos con sus óvulos y que únicamente había una pequeña posibilidad que, además, no se cubría por la Seguridad Social en Gipuzkoa. Esta posibilidad consistía en una doble donación: donante de óvulo y esperma, pero «este proceso lo hacen solo en Cruces», señala Amaia, lo que «complicaba todo un poquito». «Yo tendría que llevar una chica que fuese donante de óvulo y otra mujer que quisiera ser madre tendría que traer a otra chica que me donara a mí», nos explica, al tiempo que añade: «No era la idea que tenía de ser madre. No era un proceso por el que quería pasar».
Amaia recuerda aquel día como algo terrible. Llegó a casa en un mar de lágrimas. Y su madre le dijo: «Yo creo que tú vas a ser madre. ¿Por qué no buscas una segunda opinión? ¿Por qué no preguntas en un centro privado?». Y esto fue lo que hizo y ahora mientras lo comparte con nosotros lo hace feliz recordando: «Acudimos a dos centros privados y fue el equipo del Hospital de Quirónsalud Donostia de Reproducción Asistida el único que realmente me animó a intentarlo». «Evidentemente -reconoce- hay un coste económico y emocional, pero el dinero va y viene, no pasa nada si se va por una buena causa, que es lo que yo pienso. Y lo quise intentar y me quedé embarazada a la segunda».
«Todo fue, la verdad, bastante rápido. La primera vez no funcionó, pero la segunda sin problemas, y fue fácil», aclara Amaia López, que además se muestra muy satisfecha con el trato humano de médicos, enfermeras y todos los profesionales: «Ha sido estupendo y te sientes muy bien. Yo animo a la gente porque no es ni difícil, ni doloroso, ni nada», concluye, y añade: «Yo me animé y dije, bueno, no puedo esperar para siempre y menos con una baja reserva ovárica, el tiempo corre en mi contra, y en Quirónsalud, además, no hay lista de espera, todo va bastante rápido una vez te haces todas las pruebas», concluye. Amaia López espera dar a luz este mes de mayo, sabe que espera un niño y este era su sueño. Lo tenía claro ella y su madre también. Zorionak familia!
Óvulos jóvenes y ovodonación
Pero cuando la reserva ovárica es insuficiente y la mujer que desea quedarse embarazada no puede hacerlo con sus propios óvulos puede recurrir a la ovodonación. Miren Mandiola, directora de Laboratorio de Reproducción Asistida y Genética del Hospital Quirónsalud Donostia nos lo explica: «Para ello es necesario recurrir a donantes jóvenes que altruistamente ceden sus óvulos. Cada vez se realizan más donaciones de óvulos y en el programa de donación de óvulos la ventaja es que se utilizan óvulos de chicas jóvenes, casi siempre menores de 30 años, donantes fabulosas que altruistamente nos donan sus óvulos y con ellos realizamos tratamientos de reproducción donde las posibilidades de embarazo por transferencia oscilan entre el 60% – 65%», afirma Mandiola. «En el acumulado de una donación de óvulos superamos el 90% de tasa de embarazo, por lo que lo habitual es que la mujer se quede muy satisfecha», añade.
June Artola es ovodonante y ha accedido a concedernos esta entrevista, lo que resulta excepcional porque es muy difícil encontrar una mujer que haya donado sus óvulos y acepte ponerse frente a la cámara para compartir su experiencia. Es un claro ejemplo de generosidad de las nuevas y jóvenes generaciones. Lo que le motivó a June, donostiarra de 23 años, a ayudar a otras mujeres a cumplir su sueño de ser madres fue conocer a mujeres que no habían podido llegar a serlo de forma natura dentro de su propia familia, aun cuando «lo habían querido con todas sus fuerzas», asegura June Artola. «Lo que para ti es un pequeño esfuerzo para otra persona puede ser mucho en la vida». Cuenta June Artola que, aunque inicialmente tuvo preguntas y recelos, Miren Mandiola le respondió con total naturalidad. «Lo que me convenció del proceso es que es natural y el cuerpo sigue siendo el mismo. No te altera nada más que ese ciclo»- explica.
«La experiencia física no fue dolorosa ni traumática», dice June Artola, y añade: «Yo lo viví como un proceso muy natural».
«Realmente es un proceso sencillo y hay muchas de nuestras pacientes que desean quedarse embarazadas que les están infinitamente agradecidas a esas mujeres que altruistamente hacen la donación de óvulos», concluye Miren Mandiola.
Entre las ventajas que destaca Miren Mandiola para la mujer que va a donar óvulos se encuentra la realización de un estudio completísimo de su salud. «Va a tener consultas con la psicóloga, con el ginecólogo y para ella misma va a suponer un estudio de salud estupendo, que le viene fenomenal». «El proceso -continúa explicando Mandiola- al final se reduce a dos semanas en que se tiene que pinchar una medicación, hacerse ecografías y análisis y todo termina con una intervención en la que la donante en el mismo día, a las pocas horas se va a su casa».
Los problemas de esterilidad tienen un tratamiento efectivo casi siempre – URA
Amaia López – Ser Madre en La Unidad de Reproducción Asistida
June Artola – Donación de Ovulos en La Unidad de Reproducción Asistida