“La escoliosis idiopática tiene componentes genéticos y epigenéticos y su detección precoz es clave para el tratamiento”
La escoliosis idiopática infantil o adolescente afecta entre el uno y el cuatro por ciento de la población y, especialmente, a las mujeres.
La escoliosis idiopática, una patología que afecta del uno al cuatro por ciento de la población, y especialmente a las mujeres, es una enfermedad que puede causar dolor y comprometer la función cardiopulmonar de quienes la padecen. Se caracteriza por las curvas en forma de “C” o “S” en la columna vertebral y la detección temprana es crucial para detener su desarrollo, especialmente en los jóvenes. Por ello, “ante asimetrías corporales conviene consultar con el especialista, porque mediante tratamientos intermedios se puede detener su desarrollo, sin tener que llegar a la cirugía”, explica el Dr. Alberto Hernández, traumatólogo de Policlínica Gipuzkoa.
“Este tipo de escoliosis, aunque no se nazca con ella, sabemos que tiene unos componentes genéticos y epigenéticos, que contribuyen a su aparición, como tener un familiar con esta misma enfermedad”, subraya el especialista.
El Dr. Hernández destaca el uso de “corsés ortopédicos” en escoliosis de grado intermedio con potencial de desarrollo o inmadurez esquelética, con el objetivo de “contener el tronco que está desviándose y facilitar que el crecimiento que queda sea el correcto”.
Cirugía para las escoliosis de mayor magnitud
Sin embargo, cuando la columna ha terminado de crecer o existe una magnitud alta de escoliosis, el tratamiento más difundido es la cirugía, que busca realinear correctamente la columna vertebral. “Habitualmente esta solución es definitiva, pero dada la complejidad de este problema y sabiendo que es un problema global de la columna, los pacientes necesitan un seguimiento prolongado en el tiempo para comprobar que evoluciona correctamente”, afirma el traumatólogo de Policlínica Gipuzkoa, Alberto Hernández.
El diagnóstico temprano es crucial para limitar el desarrollo de la escoliosis, según Alberto Hernández, quien hace hincapié en la observación temprana de los “síntomas como asimetrías corporales, hombros desalineados o una cintura irregular, que deben ser motivo de consulta con el especialista”. La confirmación del diagnóstico se realiza a través de radiografías especializadas que muestran la columna desde diferentes ángulos.