La luz pulsada y el láser de neodimio, qué son y qué resultados ofrecen
La Unidad de Medicina Estética y Láser del Hospital Quirónsalud Donostia acaba de incorporar la ultima tecnología en luz pulsada y láser de neodimio para el tratamiento de manchas, mejora de la calidad de la piel, rojeces, así como las afecciones vasculares en la cara y el cuerpo
Elías del Río, responsable de la Unidad de Medicina Estética y Láser del Hospital Quirónsalud Donostia reconoce las múltiples ventajas de la última incorporación de la unidad, el Equipo Nordlys Candela. «Se trata de una plataforma que nos permite incorporar diferentes tecnologías, como son la luz pulsada y el láser de neodimio, que tan buenos resultados están dando en otras unidades y que por fin incorporamos a nuestro servicio de San Sebastián», expone el Dr. Del Río. «Con este nuevo láser hemos podido constatar que los resultados son notables desde la primera sesión», añade.
«Es un tratamiento totalmente tolerable, tal es así que no utilizamos anestesia»
Luz pulsada
Los principales usos de la luz pulsada van desde lo que es el fotorejuvenecimiento y la mejora de la calidad de la piel, al tratamiento de las manchas, lesiones pigmentadas, telangiectasias, rojeces, rosácea y las afecciones vasculares en la cara. «El procedimiento tarda aproximadamente unos 30 minutos y es un tratamiento totalmente tolerable, tal es así que no utilizamos anestesia», explica.
Cabe añadir que, según la experiencia del doctor, los pacientes notan un buen resultado, «lo cual no quita que el protocolo contempla tres sesiones que van espaciadas una cada mes». Son tratamientos que permiten una incorporación inmediata a la vida normal, «no son para nada cruentos». Tras la sesión se debe hidratar la piel y protegerla del sol.
Láser de Neodimio
Otra de las grandes aplicaciones de la plataforma que permite con muchas posibilidades de tratamiento es el láser de neodimio. «Es el láser por excelencia para tratar todo tipo de lesiones vasculares, tal es así que nos permite tratar no solo las lesiones vasculares localizadas en la cara, sino en todo el cuerpo, en especial las de las piernas», explica. Se trata de un procedimiento no especialmente doloroso en el que tampoco es necesaria la anestesia. «El paciente viene a la consulta, las sesiones son aproximadamente de 20 minutos, una vez realizada, se puede reincorporar a su vida con total normalidad». Tras el procedimiento, al igual que con la luz pulsada, hay que hidratar la zona y protegerse del sol. «Las sesiones se espacian más o menos en un mes y el protocolo completo para las varices en las piernas es de aproximadamente cinco sesiones».