Neuralgia del trigémino, la «tortura invisible y cotidiana» de un dolor facial «inexplicable y de máxima intensidad»
La canaria Mª Antonia ha puesto fin a 40 años «fatales» y de tratamientos fallidos gracias a la operación de descompresión microvascular realizada por el neurocirujano de Policlínica Gipuzkoa, Dr. Nicolás Samprón.
De pasar noches en vela «levantada y haciendo cosas para estar entretenida y no pensar en el dolor» a poder dormir «de todos lados, sin que me duela nada de nada».
La vida de Mª Antonia ha dado un giro radical tras haber encontrado solución a 40 años «fatales» de dolores «muy grandes» en la mitad izquierda de la cara que ella misma describe como «tipo tirones, calambres eléctricos que me salían del ojo y de la boca, sólo hacia la mitad de la cara».
Lo que padecía era neuralgia de trigémino que, tal y como explica el Dr. Nicolás Samprón, neurocirujano de Policlínica Gipuzkoa, «es una enfermedad que ha sido descrita como uno de los peores y más intensos dolores que puede experimentar una persona».
Consiste en «ataques de dolor súbitos que aparecen a veces desencadenados por ciertos elementos, denominados ‘gatillos’, como pueden ser cepillarse los dientes, el agua de la ducha en la cara o el viento».
Asimismo, puntualiza el especialista que dicho dolor «aparece como un rayo, puede durar unos segundos o hasta dos minutos, pero es de máxima intensidad, y afecta a un área bien definida de la cara, casi siempre sólo a una mitad -izquierda o derecha- de la cara y en la zona correspondiente con una o más de las ramas del trigémino».
La neuralgia del trigémino es una enfermedad descrita como uno de los peores y más intensos dolores que puede experimentar una persona
Dr. Samprón
El trigémino es un nervio que debe su nombre a su composición pues «tiene tres ramas. La primera se encarga del área de la frente; la segunda, de la maxilar; y la tercera, de la mandíbula».
En cuanto a la razón de ser de esta enfermedad, el Dr. Samprón explica que «la causa más frecuente es el llamado conflicto neurovascular», es decir, «el contacto entre un nervio anatómico normal y una arteria cerebral que también lo es, pero el contacto entre ambos en una cavidad reducida produce, a lo largo de los años, que el latido de la arteria desgaste la cobertura de mielina de las raíces trigeminales, lo que genera una especie de cortocircuito que es lo que el paciente siente como un dolor».
La búsqueda de solución
Tras un largo viaje de tratamientos fármacos que «me aliviaban el dolor, pero sin llegar a quitarlo», infiltraciones, técnicas destructivas, e incluso una operación «que no me hizo nada», y tras haber visitado médicos de diversos puntos geográficos, esta canaria llegó a la consulta del neurocirujano Nicolás Samprón de Policlínica Gipuzkoa recomendada por sus familiares y con el deseo de «lograr algo que me dejara bien».
Porque, aunque «la mayoría de los casos se resuelven con medicación y sin necesidad de cirugía», Mª Antonia no corrió esa suerte.
Su larga historia clínica y el haber pasado por los diferentes escalones y tratamientos y técnicas fallidas, la convertían en candidata a la intervención quirúrgica, de la que existen varias técnicas.
Este neurocirujano especialista de Policlínica Gipuzkoa expone que «la descompresión microvascular es, sin duda, la más elegante, la más eficaz y la que mejores resultados ofrece».
Este método de operación consiste en «a través de una pequeña apertura detrás del área de la oreja, identificar el área del trigémino y solucionar el conflicto neurovascular interponiendo un implante entre la arteria y el nervio».
Pasaba las noches levantada, haciendo cosas para estar entretenida y no pensar en el dolor. Ahora puedo dormir, lo hago de todos lados, sin que me duela nada
Mª Antonia
Tras la operación que requirió un ingreso de cuatro días, Mª Antonia ya disfruta de unos resultados que «a largo plazo son muy buenos» con una respuesta «excelente» por parte de la paciente: «Nada más despertar pudo notar que su vida había cambiado completamente, terminando con esa tortura invisible y cotidiana de un dolor en la cara inexplicable y de máxima intensidad».
Diagnóstico y alternativas
La neuralgia del trigémino parte de un diagnóstico clínico, es decir, «no se necesita más que una buena entrevista con un médico, habitualmente un neurólogo, que confirme el diagnóstico». Sin embargo, apunta el Dr. Samprón, la evaluación no queda ahí y «hoy en día, conviene realizar siempre un estudio de imagen cerebral, especialmente de alta definición como la resonancia magnética de alto campo 3 Teslas con el que contamos en Policlínica Gipuzkoa».
La descompresión microvascular es, sin duda, la técnica quirúrgica más elegante, la más eficaz y la que mejores resultados ofrece
Dr. Samprón
Antes de llegar a pasar por quirófano, se opta por el tratamiento por otras vías como es la medicación que el paciente «debe tomar por un tiempo prolongado.
Los fármacos analgésicos habituales (ibuprofeno, aspirina, morfina…) no son eficaces o no lo son del todo» para el dolor de la neuralgia trigémino, como sí lo son «los fármacos para la epilepsia».
Esto ocurre debido a que el dolor que genera la enfermedad es «muy especial», como también lo es su funcionamiento, pues resiste a otras «técnicas destructivas» que «incluso después de quemarlo, de lesionarlo… el dolor puede volver».