Pedro Cormenzana: “Todos nos queremos ver mejor y existen medios para lograrlo”
Habla hoy en Donostia sobre cirugía estética y tratamientos no quirúrgicos en Aula de Salud de Policlínica Gipuzkoa
Fuente: Diario Vasco
Cuando empezó con la cirugía estética hace 25 años, los medios eran limitados. En su consulta de cirugía plástica en Policlínica Gipuzkoa, Pedro Cormenzana ve cómo aumenta el uso de los tratamientos no quirúrgicos para frenar el paso de los años. Y eso que se nota la crisis. Pero él es optimista. «Todos nos queremos ver mejor y hay medios para lograrlo», afirma. De ello hablará hoy en San Sebastián en una charla de Aula de Salud de Policlínica Gipuzkoa.
¿Ha habido un boom en la cirugía estética?
Yo no lo llamaría así. Tengo 25 años de experiencia profesional y las cosas han ido cambiando. Mi formación hospitalaria fue en cirugía plástica y reparadora. Pero una vez terminada, tomé el camino de la cirugía estética. La primera trata lesiones, reconstruye y repara. La segunda busca mejorar la apariencia de las personas. Las técnicas en cirugía estética han evolucionado rápidamente, pero no creo que haya habido un ‘boom’. La gente parece esperar novedades mágicas, pero estas no existen. La cirugía es compleja siempre, pero tanto para curar una hernia, como arreglar una factura, hacer una rinoplastia, un rejuvenecimiento o una cirugía de párpados. La cirugía es compleja, requiere largos años de estudio, práctica y perfeccionamiento. No hablaría por eso de ‘boom’.
El bótox es el número uno en tratamientos no quirúrgicos, con unos resultados inmediatos
¿Fue visionario al dedicarse a esto?
Las circunstancias te van llevando. Desde que abrí consulta en Policlínica Gipuzkoa he tenido claro que nuestro objetivo es mejorar a una persona que no tiene ninguna enfermedad. Hablamos de rejuvenecimiento. Las personas envejecen. Su piel se deteriora. Aparecen arrugas y flacidez y la gente acude al especialista para ver qué se puede hacer, no tanto para cambiar, sino para ir viéndose mejor o lograr que el paso de los años no deje tantas huellas. Busca que su cara esté más armónica, mejorar. La cirugía puede hacer mucho pero lo que no puede hacer es cambiar la estructura de los tejidos y de la piel. Por mucho que estires una piel, nunca podrá ser como la de los 20 años.
¿Cuáles son los avances que más le han sorprendido?
La tecnología, aplicada a la medicina, ha traído notables avances. Hace 25 años apenas existían láseres y había que trabajar con las manos y con el instrumental quirúrgico. La cirugía estética –con las operaciones de nariz y la reducción y aumento de senos– nació hace 50 años por parte de una serie de pioneros. Las técnicas de cirugía se han refinado y algunas han cambiado. Pero la esencia sigue siendo la misma. La operación insignia, la rinoplastia, ha tenido evolución. Pero hace 50 años podemos decir que había cirujanos que operaban muy bien la nariz. Y nosotros somos sus herederos. Todos los que estamos en ello aportamos algo. Estoy orgulloso de mis aportaciones científicas.
A saber…
Mi especialidad y por lo que soy conocido es por la cirugía de contorno corporal. Tengo estudios publicados en las revistas más importantes de la especialidad. Engloba lo que no es la cara ni las mamas: abdomen, caderas, glúteos, muslos o brazos. Es una cirugía que está en auge por el problema de la obesidad. En los países desarrollados, un 25% de la población sufre obesidad. Muchas de las personas que adelgazan por dieta o fruto de la cirugía requieren de la intervención de un cirujano plástico estético para lograr una resección de piel necesaria tras una gran pérdida de volumen. Esta es mi especialidad, pero hago mucha cirugía mamaria y facial. Hoy en día son pocos los cirujanos plásticos que se dediquen a una especialidad.
Operaciones de mama y liposucciones son las más demandadas por las mujeres en Gipuzkoa
¿Baja la cirugía estética frente a tratamientos no quirúrgicos?
Cirugías faciales como los liftings u otras intervenciones en la piel se han reducido. Imponen respeto, más que por la anestesia –que hoy es muy segura–, por el postoperatorio. Las inflamaciones pueden durar dos o tres semanas y no todo el mundo está dispuesto a pasar por ello. En la cara, las técnicas no quirúrgicas, aplicadas desde la mediana edad, dan resultados y hacen que la gente no pida pasar por el quirófano. Hoy, con técnicas como el bótox, los rellenos, los hilos tensores, y, en cierta medida, el láser o la radiofrecuencia, podemos retardar el envejecimiento y hacer que una persona de mediana edad evite la cirugía.
¿El bótox terminará con la cirugía facial?
Es cierto que las técnicas menores han cubierto el papel de mantener más joven a la gente sin tener que recurrir a la cirugía. Pero también es verdad que, a mayor edad, los problemas estéticos crecen. Por ello, las técnicas quirúrgicas seguirán siendo necesarias.
¿Por qué las mujeres se someten a cirugía o técnicas estéticas más que los hombres?
Si hace 20 años, la incidencia era de un 85 ó 90% de mujeres, ahora ellas representan el 60 ó 65% del total. Hay más hombres que se suman a los tratamientos. Y ello desde la aparición de los tratamientos no quirúrgicos. La mujer presenta unas demandas específicas. La cirugía mamaria tiene un peso importantísimo en el trabajo de un cirujano plástico. Hablamos de aumento, reducción y elevación o remodelación de los senos. En mi caso, supone el 25% de mi trabajo. Y está la intervención en el abdomen: el embarazo influye en la acumulación de grasa, que resulta difícil de eliminar. Las operaciones que más demandan las mujeres en Gipuzkoa son las de mama y las liposucciones.
Los hombres usuarios han pasado del 15% al 40% por los tratamientos no quirúrgicos
Hay caras que pierden expresividad tras una intervención estética. Lo vemos en algunas actrices de Hollywood…
Hay quien se ha operado –y se supone que ha acudido al mejor especialista– y no ha quedado bien. La cirugía es algo muy difícil de realizar. Pero cuando hablamos de caras exageradamente artificiales, seguramente estamos hablando de bótox. Y si ocurre es que el tratamiento no se ha realizado bien. La única finalidad del bótox o del relleno es que la persona mejore. Si no ocurre así, es que algo no se ha realizado bien. Y en cirugía estética pasa lo mismo. Si después de la operación la persona no ha mejorado, es que la cirugía no se ha realizado bien.
Y a veces ocurre…
Las técnicas no quirúrgicas están al alcance de muchos más profesionales. Si en España hay 1.000 cirujanos plásticos, habrá 5.000 médicos estéticos. Un tratamiento de bótox parece sencillo frente a algo tan complejo como es la cirugía. Pero no es fácil pinchar el bótox bien.
En su consulta, ¿qué parte ocupan las operaciones y qué parte las técnicas no quirúrgicas?
Un 60% de mi trabajo es quirúrgico y un 40%, de tratamientos. Dentro de ellos, el 50% de mi actividad es la implantación de bótox. Es el tratamiento número uno. Resulta excelente, con resultados inmediatos. Cada vez viene más gente al cirujano a pincharse bótox porque conocemos de primera mano la anatomía del paciente. Al bótox le llaman el ‘bisturí químico’. Se trabaja con la musculatura compleja de la cara, objeto de nuestra práctica clínica. El bótox, además de eliminar las líneas de expresión, produce un rejuvenecimiento de la mirada, por- que actúa en los músculos depresores de los ojos. Y deja la piel como si le hubieras dado cera.