POLICLÍNICA GIPUZKOA PIONERA EN LA IMPLANTACIÓN DEL NUEVO DISPOSITIVO CORONARIO «BIORREABSORBIBLE»

Un donostiarra, de 59 años, que padecía una severa obstrucción coronaria, ha sido el primer beneficiado en la Comunidad Autónoma Vasca de la implantación del nuevo dispositivo. El nuevo sistema se llama «Absorb» y es el primer dispositivo vascular biorreabsorbible  farmacoactivo de su clase.  A los dos años, aproximadamente es reabsorbido por el cuerpo, permitiendo que la arteria coronaria recupere su funcionalidad y evitando la presencia permanente de un implante metálico en la arteria. Recomendado para pacientes jóvenes o con alto riesgo de necesidad de ser operados posteriormente. Es el primero que se implanta en la Comunidad Autónoma Vasca. El Servicio de Hemodinámica y Cirugía Cardíaca de Policlínica, concertado por Osakidetza, constituye una referencia en esta especialidad siendo pionero en numerosas ocasiones por su capacidad innovadora.

El Servicio de Hemodinámica y Cirugía Cardíaca de Policlínica Gipuzkoa, liderado por los especialistas Mariano Larman e Ignacio Gallo, implantó el pasado jueves, 15 de noviembre, el primer dispositivo «Absorb» a un donostiarra de 59 años que presentaba una obstrucción severa en sus coronarias. La principal peculiaridad del «Absorb», nombre comercial del producto, es que es un dispositivo vascular biorreabsorbible farmacoactivo. Esto significa que está diseñado para abrir un vaso cardíaco obstruido, de la misma forma que hasta ahora se hacía con un stent metálico, pero con la diferencia que el nuevo «Absorb» se reabsorbe aproximadamente pasados dos años, permitiendo recuperar la  funcionalidad de la arteria coronaria. Así se evita el mantener un stent metálico permanente en el vaso, al tiempo que se logra una función y movimiento del vaso más naturales, lo que ofrece ventajas a largo plazo.

«Con esta nueva solución -en opinión de los especialistas Mariano Larman, hemodinamista e Ignacio Gallo, cirujano cardiaco-, se minimizan los problemas que plantean los stents convencionales, al desaparecer con el tiempo completamente del organismo». «Es decir -puntualizan-, reparan la pared de la arteria, tal y como lo hacen los stents, pero una vez cumplida su función de sujeción de la pared, son absorbidos o degradados por el organismo».

En Policlínica Gipuzkoa, el Servicio de Hemodinámica, concertado con Osakidetza, implanta cada año alrededor de 1.000 stents coronarios.

Ventajas

En opinión de estos dos especialistas, el hecho de que el «Absorb» permanezca en el cuerpo por un tiempo limitado puede reducir las complicaciones por trombosis del stent, puede permitir disminuir  el tiempo que el paciente debe medicarse con  doble antiagregación, con lo que también disminuye la posibilidad de padecer efectos secundarios por esta causa. Por otro lado, al desaparecer el dispositivo de la arteria al ser reabsorbido, mejora la calidad de las imágenes sobre el árbol coronario en sus futuras revisiones; facilita la realización de futuras intervenciones sobre esas arterias dañadas, al estar la artería libre de implantes metálicos. Por último, con este nuevo dispositivo se logra que la arteria recobre su elasticidad y tono normal, lo que facilita su funcionamiento y minimiza la posibilidad de que se enferme de nuevo.

Perfil de los pacientes

En palabras de ambos especialistas, la indicación más clara en estos momentos para la implantación de un dispositivo «Absorb» es para pacientes jóvenes, con vida activa y en los que éste va a ser su primer procedimiento de revascularización, «ya que facilita futuros procedimientos de imagen con resonancia o escáner y facilita futuras reintervenciones, tanto mediante angioplastia como quirúrgicas».

«También estaría indicado -añaden- para pacientes con alto riesgo de futuras reintervenciones o pacientes con alergia a metales».

Causas de la enfermedad

En palabras del hemodinamista, Mariano Larman, «la enfermedad coronaria es la primera causa de mortalidad en el mundo y la causa más frecuente de enfermedad de las arterias coronarias es la aterosclerosis, causada por la formación de placas de ateroma, que son acúmulos de colesterol y otros compuestos grasos, calcio y fibrina -una sustancia que favorece la coagulación de la sangre-«. «Estas placas -indica-, ocasionan un estrechamiento de la luz de las arterias coronarias que, al impedir que llegue adecuadamente la sangre a la zona del corazón, provoca síntomas de la cardiopatía isquémica como la angina de pecho y el infarto de miocardio».

«Cuando las arterias presentan obstrucciones severas -afirma Mariano Larman- es cuando está indicada la implantación de estos dispositivos para restaurar la circulación coronaria en la zona afectada». «Para ello, realizamos una angioplastia coronaria en la que habitualmente se implantaba un «stent» metálico y, en el futuro, podremos optar por los nuevos dispositivos reabsorbibles», concluye.

En opinión del cardiocirujano, Ignacio Gallo, «éste es un gran avance en el mundo del corazón, tanto como en su día lo fueron la angioplastia, el stent o la válvula percutánea, especialmente para la cirugía cardiaca, porque los stents metálicos tienen una estructura rígida que daña el vaso en el que se implantan y, en ocasiones, obstruyen otras ramas del vaso que no están estrechadas; quedando en el organismo de una forma permanente, y no olvidemos que no deja de ser un cuerpo extraño, con el que el cirujano se tiene que encontrar si se requiere una cirugía posterior».

El Servicio de Hemodinámica y Cirugía Cardíaca de Policlínica fue también pionero en la implantación de válvulas percutáneas, siendo uno de los pocos hospitales de España que está homologado para esta intervención y el que mayor volumen de actividad realiza.

Características del dispositivo «Absorb»

Está realizado de ácido poliláctico (PLA), un material utilizado habitualmente en implantes médicos, como las suturas absorbibles. «Absorb» abre el vaso obstruido para restablecer el flujo sanguíneo del corazón. El sistema, parecido a un tubo de malla, proporciona sostén hasta que la arteria endoteliza y puede mantenerse abierta sin ayuda y luego se reabsorbe poco a poco y desaparece  después de aproximadamente dos años. Como no queda un stent metálico permanente, se restablecen las funciones del vaso de manera natural, lo cual constituye una de las características que hacen de este dispositivo una innovación importante para los pacientes en el tratamiento de la enfermedad coronaria.

En enero de 2011, Abbott anunció que «Absorb» había recibido la marca CE para el tratamiento de la enfermedad coronaria y se había autorizado para la venta en Europa y otros países que reconocen dicha marca. En España se han implantado ya alrededor de 150 dispositivos.